Bloque de Cascajal
Un bloque de roca descubierto en Veracruz y que data del año 900 antes de Cristo, es hasta ahora la muestra de escritura más antigua que se conoce en América.
El bloque fue encontrado en 1999 en el corazón de la tierra olmeca: Lomas de Tacamichapa. Tiene 36 cm. de largo por 21 de ancho y 13 de grosor. Todos sus lados son convexos, excepto la parte de la escritura que es cóncava, sugiriendo que pudo haber sido tallado o pulido y escrito nuevamente.
El texto que forma la escritura lo componen 30 símbolos diferentes, algunos están repetidos contabilizándose 62 inscripciones. Los glifos son en general referencias figurativas de la naturaleza, así apreciamos insectos, peces y vegetales, algunos se repiten cuatro veces. Esa frecuencia y su secuencialidad indicaría que se trata de algún tipo de escritura con presencia de sintaxis.
El texto empieza con una abeja domesticada por los olmecas y considerada sagrada, repitiéndose dos veces más. Algunas agrupaciones de signos apuntan a que el texto podría contener fórmulas poéticas. Los investigadores creen que el texto debe leerse horizonalmente (los vegetales "germinan hacia arriba"); su significado no ha sido descifrado.
Los iconos y símbolos que aparecen como decoración en otras piezas de arte olmeca, presentan similitudes con los posteriores glifos de la cultura maya.
La edad del bloque tomando como referencia otras piezas encontradas en el lugar como cerámica y jade se estima en unos 2.900 años, siendo entonces la primera evidencia de escritura en América.
Pero sin el descubrimiento de nuevas inscripciones no hay certeza, y sin esperanza de ser descifrado. El fragmento es corto, no consta en él ninguna correlación para explicar los signos y la escasa cantidad de éstos, aunque apuntan a un alfabeto, impide cualquier extrapolación estadística. La rica tradición olmeca del trabajo con la madera indica la probabilidad que su escritura se hubiera realizado sobre ella y por lo tanto perdida.
Bloque del Cascajal